El Tendedero: Llueve sobre mojado, se anuncia frío para dar y regalar, viento polar llega a Mallorca con la intención de congelar los termómetros. Ayer domingo se aprovechó para realizar una jornada de matanzas. Que sano es encontrarte con familiares y amigos entorno a la garantía de poder llenar la despensa de majares que ofrece el cerdo. Su consumo con prudencia no es desaconsejable en ninguna dieta autóctona. Siguen repicando las noticias que vuelve el virus y sea como fuere nuestras reservas turísticas se van a la porra y se termina con el hospedaje de invierno de un plumazo. Claman al cielo los consumidores y todo tipo de gentes porque la subida de la luz y los carburantes puede terminar con la economía más estable y robusta.

Se sigue recabando datos e investigando el suceso que se produjo en un bar de copas céntrico de Manacor, donde un portero de un bar de copas y demás puede terminar con sus huesos en prisión. Trató a un cliente sin ninguna delicadeza y lo ha mandado al hospital, le dio tal porrazo y empujón que tiene una lesión en la cabeza, mal pinta. Se espera de quienes organizan la entrada y salida de los establecimientos un poco de educación y mejor mano. No se puede entrar en pista y sacar casi a rastras a un cliente y darle una paliza. Por ninguna razón. Y si las cosas se ponen mal, siempre se puede llamar a la Policía, son ellos los que se cuidan del orden público. Vigilar el aforo y los comportamientos no autoriza a tomarse la justicia por su mano. Lo chistoso es que seguramente el local seguirá vendiendo copas.

Maldito cáncer, y enfermedades varias con agonía. Tengo un amigo casi de mi quinta que me ha desvelado que tiene un tumor maligno en un órgano vital y que el especialista le aconseja disfrutar lo que pueda en los próximos meses porque tiene fecha de caducidad. Así de serio, triste, doloroso, difícil. Me lo dice con entereza, resignación y si ningún complejo ni miedo. Me asegura que mirará de cara y sin esconderse a la muerte. Es parte de la vida, te toca pronto o tarde, nadie se libra. Hoy mismo iré a verlo, quiero ponerme a su entera disposición desde el mayor de los optimismos. A una amiga le han diagnosticado ELA y le han explicado al detalle todos los pasos que transita hasta dejarte en una silla de ruedas y perder toda tu movilidad. Me entran escalofríos, dos puñetazos el mismo día. Mi desazón y lagrimas detienen mis manos ante el ordenador por unos momentos. Me pongo música de Nino Bravo, y quito la voz amable de Paloma San Basilio.

Me rehago un poco, todo, tengo medio folio en blanco y debo terminar el Tendedero del lunes 22 de noviembre de 2021, además está pendiente mi colaboración con la Revista Perlas y Cuevas en mi sección, Hablar por no callar, donde cada mes dejo mi impronta en temas de actualidad en la decana de la Prensa Forana. Es una montaña de alpinista de la segunda edad. La contradicción de la vida está a flor de piel, recibo un correo donde se me invita a la boda de la hija de un gran amigo, está lejos, pero sabe que intentaré hasta lo imposible por compartir ese día, le hace muchísima ilusión. Facebook me facilita en mis favoritos todos y todas los que hoy cumplen años, por si quiero felicitar a alguien. Las redes sociales tiene eso en parte buenas y también nocivas. Como la vida misma. Termina el disco y le sigue la gran Ana Belén con su España camisa blanca.

No estoy concentrado, que puedo decir y hacer cuando la madre naturaleza me presenta ante mi la cara menos amable. Tengo ansias de volar. No ignoro que estoy en una lista que cada día arranca hojas y pone de nuevas, ha sido así desde tiempos pretéritos, desde que el mundo es mundo, de cuando los recolectores, cazadores y pescadores. Decía Enrique Urquijo agárrate a mi María, en aquellas baladas y poemas inteligentes. Sin saber como mi mirada se va cuando tenía 10 años y perdí a mi madre a los 36 años, una niña. La falta de una madre te hace ser un superviviente. Creces con desventaja. Se lo que es pasar por el drama, la desolación. Por eso me juré hacer bandera del optimismo, los sentimientos. He escrito páginas alegres e intento ser agradable, hoy lo siento en el alma, pero no lo he conseguido, mi homenaje a quienes les anuncian que somos simplemente humanos vulnerables y la ciencia no puede hacer nada.