Rafael Nadal y Novak Djokovic siguen su particular marcaje en la tierra de París a la espera de un posible enfrentamiento entre ambos en las semifinales de Roland Garros. Uno detrás del otro, en la central del torneo, se colaron por decimoquinta vez entre los ocho mejores de un cuadro que empezó con 128 valientes. A la que Lorenzo Musetti se puso gallito con Djokovic se llevó una paliza. Esa sensación la experimentó después Jannik Sinner.

Nadal neutralizó la resistencia de un inocente italiano por 7-5, 6-3 y 6-0. Ya suma más roscos en su carrera (110) que el sueco Björn Borg. Por delante restan Jimmy Connors (195), Guillermo Vilas e Ivan Lendl (146), Manuel Orantes (115) y Andre Agassi (113). Sinner es un tenista con unas posibilidades tremendas siempre que se pone a jugar, pero que se arrugar cuando va por delante y se suelta cuando está por detrás.

A pesar de empezar con un 2-0 abajo en el marcador, el italiano neutralizó esa desventaja en un visto y no visto, en parte por las tres dobles faltas que llegaban desde el otro lado de la red. Nadal generaba dudas al saque y también con una derecha que moría en la red más veces de lo habitual. Pero uno de puntos débiles de Jannik es saber gestionar las ventajas. Le había pasado en los dos precedentes con Rafa y le volvió a pasar hoy. Dispuso de un 4-2 en la manga inicial tras encadenar cuatro juegos como si fuera una apisonadora.

El campeón de 20 grandes debía tirar de galones para ganar cada uno de los puntos. Lo acompañaba con un sonoro "vamos". Era momento de intimidar al rival. Que supiera con quién estaba jugando. Sinner mantenía la renta mínima el pupilo. El pupilo de Ricardo Piatti sacó para adelantarse con 5-4. Le pudo la presión y la entidad del adversario. Exactamente igual que le pasó a Alexei Popyrin en la ronda inicial.

Tres tiros a la red y una doble falta rindieron al novato. A sus 19 años, tiene mucho que aprender. Nadie le gana una manga al balear en las pistas del Bois de Boulogne desde el 9 de junio de 2019 en la final disputada con Dominic Thiem. Desde entonces, 35 sets sin fallo.

Se pasó de un 5-3 para el italiano a un 7-5 para el español. Es la diferencia entre un gran campeón de un proyecto a serlo. Lo peor para el derrotado es que había sumado un punto al saque en las dos últimas ocasiones en las que había puesto la pelota en juego.

El número uno de los 'Next Gen' parecía tener problemas de visión. Se fue hasta dos veces a los vestuarios. De ahí hasta el final se dedicó a ganar todos los puntos intrascendentes. Todos los importantes y de algún valor en el marcador cayeron del lado de Nadal.

Los juegos fueron cayendo sin parar en el casillero de Nadal. Hasta ocho seguidos. Las dobles faltas de Rafa (7) llegaban cuando no le penalizaban. Ya son 104 las victorias del balear en los Internacionales de Francia. Sinner, que empezó perdiendo por 4-0 en la segunda manga, se acercó hasta el 4-3 y saque. Llegaría entonces el ya cantado 'break'. El guión del partido se repetía una y otra vez. Jannik perdió el servicio en la entrada de los tres actos y se marcha de París con un rosco y la sensación de que mentalmente está a años luz de los mejores.

En la antepenúltima ronda espera Diego Schwartzman, verdugo de Jan-Lennard Struff por 7-6(9), 6-4 y 7-5. Schwartzman y Nadal se han cruzado en 11 ocasiones y el segundo domina los precedentes por 10 a 1. Será la tercera vez que miden sus fuerzas en la tierra de París. Las dos anteriores fueron en los cuartos de 2018 y en las semifinales de 2020. Informa Joan Solsona del Diario Deportivo MARCA.