Editorial: Estaba escuchando el lunes a las 19:00 horas por YouTube en directo el Pleno del Ayuntamiento de Manacor el ordinario de mayo y nuevamente me sorprendí del diálogo y explicaciones de los ediles. La Vicealcalde Núria Hinojosa indicó que se adjudicará a una empresa la redacción del nuevo catálogo que determinará cuáles son las vías públicas, que están marcadas en el grafiado del año 58 para tener el catálogo adaptado a la Llei de Caminos y Camadas, que se hablará con los titulares que estén afectados y de no llegar acuerdos habrá expropiaciones. Las pintan largas de nuevo las soluciones.

He conocido esta cantinela desde cuando era alcalde Jaume Llull Bibiloni y Delegado de Urbanismo Tomeu Ferrer por los años 90 y luego la volví a escuchar cuando era primer edil Antoni Pastor y el responsable de la Ponencia Antonio Servera, varios años después, muchos. Siempre todos ellos con las mejores intenciones, en una ocasión promovido por el ex-regidor del PSM el gran Garba, que era portavoz de su partido y aprendiendo el oficio político a su lado el actual alcalde Miquel Oliver. Siempre hay que hacer adaptaciones, modificaciones, periodo de alegaciones, siempre se empieza de nuevo. Que tendrá la cosa para ser tan resbaladiza.

Dice seria la socialista Núria Hinojosa que se terminaron las dudas, hay una línea trazada y unos tiempos y cuando la empresa privada contratada facilite la información, se aplicará en consecuencia. Esperemos que no sea la misma del Plan General (PGOU) que no ha contestado las miles de alegaciones de los vecinos y que demostró al menos 198 errores, los cuales al menos 30 serán devueltos desde el Consell porque no se han subsanado.

La historia de los Caminos y Camadas va de la mano con las Normas Subsidiarias y Complementarias de 1980, siempre vuelven a la casilla de salida. Como arte de magia los protagonistas cambian y los partidos tienen nombres diferentes, pero siempre están ahí.

Paradojicamente siempre se piensa hablar con la propiedad y nunca se pasa a limpio lo que ellos alegan, en ocasiones la Corporación tendría más luz. Siempre el Consell tiene nuevas leyes que adaptar y en ocasiones el Govern de obligado cumplimiento. Se tarda tanto que cuando todo está listo ya se ha quedado de nuevo caduco y obsoleto. Los técnicos de la casa, aquellos que llevan más años en la Corporación que las propias paredes que se construyeron en ocasiones miran para otro lado si se trata de contratar a otras empresas externas, y así nos va.

Que me dicen del Plan de Usos encargado en la etapa cuando era alcalde de Manacor Pedro Rosselló Cerdá. No se cumple ni una línea. También lo pagamos a una empresa externa y eso que tenemos 450 empleados públicos en la casa y varias decenas de categoría superior, cualificados para estar en el Govern e incluso en un Ministerio. Siempre habrá una empresa sobre el papel muy profesional que está dispuesta a ponerles el cascabel al gato. Decía Felipe González que da igual el color, lo importante es que cace ratones. Pues eso la veda parece siempre está cerrada en este pueblo porque los roedores corren libres por todos los rincones y gateras.

Días antes del Pleno le pregunté a un Teniente de alcalde que me merece todos los respetos, sobre el asunto, y si esta vez su solvencia llevaría a buen puerto el catálogo de Caminos, me dijo que se comenzaba desde otra perspectiva y que había muchas posibilidades si se evitaban largas demoras que siempre ocurren en el trayecto administrativo. Que no era todo oro lo que reluce cuando se trata de adaptar normas al Consell, a veces las instituciones supramunicipales tienen agujeros.

Otro edil de igual perfil coincidía que se empieza una nueva etapa y para conseguir el éxito está muy bien la parte técnica, pero como no se hable y se acuerde con vecinos y propietarios, será muy largo, porque los juzgados a veces desesperan al más paciente. Las expropiaciones en Venezuela o Cuba son fáciles, aquí no tanto. Se abre el melón, como sabrá.