Hay un grito entre ellos seguir adelante y no mirar atrás. Mover el mercado
Editorial: Habrá tiempos de abrazos cuando llegue en noviembre la vacuna mientras tanto intentar recoger lo que queda de temporada
Miro sus expresiones y noto sus sentimientos. Hay como una huida hacía adelante con el símil de no dejar de pedalear. Está en juego la supervivencia, los próximos 8 meses, el año que viene, y vete a saber si más ejercicios.
AGENCIA MANACORNOTICIAS 11/07/2020 - 06:01:02
El Govern no quiere sustos exige desde el lunes a todas horas la mascarilla, excepto en playas, piscinas y haciendo deporte. Eso si la distancia social siempre. Habrán tiempo de abrazos cuando llegue en noviembre la vacuna.

Editorial: Si tengo que ser sincero diré sin reservas ni complejos que la economía no pinta nada bien en Mallorca. Se puede decir cantando, con el mayor de los optimismos, escondiendo la cabeza, desplegando ilusiones con futuro esperanzador, desde el completo pesimismo. Sea como fuere, las cuentas cantan y los expertos económicos objetivos demuestran que la tozudez de los datos no dejan lugar a dudas a los caprichos. Además Europa, que tiene que inyectar miles de millones para evitar nuestra bancarrota, demuestra una desconfianza nunca vista hasta ahora.

Compruebo que la gran mayoría de los empresarios, autónomos, trabajadores, profesionales, comerciantes han abierto sus puertas y se han lanzado al trabajo, sin mirar para nada las cuentas de resultados. Hay un grito entre ellos seguir adelante y no mirar atrás. Mover el mercado, la oferta y la demanda, los servicios, estar por medio activos. Sin embargo muchos están desfondados, las cuentas no les salen, es julio y nada cambia. Incertidumbre en el Turismo hasta extremos impensables. Otros sectores mucho peor.

Somos muchas bocas para 60 días de caja. El propio consejero del Govern nos pide prudencia porque si hay un contagio sonado, adiós a nuestros ingresos. Estamos con el corazón en un puño.

Llegan turistas de España (península les llamamos nosotros). También los que pueden intercambian viajes y pernoctas entre islas. Mejor apoyarnos entre nosotros. Fruncen el ceño tanto trabajadores como empresarios. Algo no va bien. Los nubarrones de finales de octubre están ahí mismo a la vuelta de la esquina y la normalidad del 50% en el mejor de los casos, solo permitirá ingresos durante agosto y septiembre. Somos muchas bocas para 60 días de caja. El propio consejero del Govern nos pide prudencia porque si hay un contagio sonado, adiós a nuestros ingresos. Estamos con el corazón en un puño.

Mi trabajo en los medios de comunicación me llevan a la calle todos los días y contacto con numerosos sectores. Se lo que me dicen y lo que guardan para ellos. Miro sus expresiones y noto sus sentimientos. Hay como una huida hacía adelante con el símil de no dejar de pedalear. Está en juego la supervivencia, los próximos 8 meses, el año que viene, y vete a saber si más ejercicios y plazos de existencia más cómoda. Todo esto aderezado con la irresponsabilidad de muchos que han decidido desafiar al COVID-19 y dejar de cumplir los protocolos que benefician a todos, porque está en juego el interés general, no las personas a título individual.

Y que decir de quienes dependen de la solidaridad de aquellos que no lo tienen claro. Hay miles de familias que respiran porque otros están llenando sus despensas. Se están vaciando las estanterías, sin embargo los nidos siguen repletos de familias a la espera que llegue el ciclo solidario humano de la naturaleza y depositen lo imprescindible hasta conseguir el vuelo en el futuro. Hablaba con una amiga que había terminado su rincón y me decía que tenía escalofríos y pesadillas cuando pensaba que la incertidumbre le había roto los nervios, el equilibrio, su autoestima, su capacidad de responder a los imprevistos.

Por supuesto se cierra una puerta y se abre una ventana y cuando nos sobra tanto superficial, si comenzamos a soltar lastre podemos darnos cuenta que no era necesario llevar tanto equipaje. Todo esto que les cuento, si se trata de un pueblo luchador, pata negra y con resortes, se puede dar la vuelta. Aquí en esta tierra siempre hay un rincón para malos tiempos, algún miembro de la familia ha sido previsor. El invierno se pasa como sea, lo hemos hecho en muchas ocasiones, nuestro ADN todavía recuerda días de sombras y pan, cebolla, higos, y poco más. Quien tenía matanza era afortunado.

Anoche había muchas terrazas llenas, los bares y restaurantes recibieron clientes de varias nacionalidades y autóctonos. Por Formentera, Ibiza y Menorca había muchos vecinos de Manacor, según las agencias se han marchado de fin de semana más de dos centenares. Cuento las realidades del principio y las del final. Hay de todo como en botica. El Govern no quiere sustos exige desde el lunes a todas horas la mascarilla, excepto en playas, piscinas y haciendo deporte. Eso si la distancia social siempre. Habrá tiempos de abrazos cuando llegue en noviembre la vacuna, está a la vuelta de la esquina. Rafael Gabaldón San Miguel.

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