Mientras de producen las habituales reuniones de la Junta de Seguridad de Manacor en las oficinas municipales, como cada año desde hace décadas y se habla de nuevo de proteger Cala Varques, los okupas de la zona desde hace 10 temporadas han comenzado las previas de la temporada turística.

Hace pocos días rompieron los candados de las puertas de acceso y por si ponen nuevos han abierto un gran agujero en las alambradas y paredes de las finca de acceso, en esta ocasión en dos propiedades diferentes para asegurar el paso por duplicado.

Saben lo que ha pasado cada año y nada temen a la Fiscalía, Ayuntamiento, Consell, Demarcación de Costas, Juzgados, Govern, Seprona, propietarios, nada se les pone por delante, su éxito es no hacer caso y seguir adelante cada temporada. Los propietarios de Cala Varques han ido en enero a los Juzgados a ratificar sus denuncias, la invasión, amenazas, suciedad, la okupación de las fincas, etc.

El año pasado rompieron el tejado de las casas por completo y ha costado repararlo más de 20.000 euros. Eso no es todo, amenazan a las propietarias de palabra y hechos y escriben sus nombres en el asfalto asegurando que si molestan las van a matar, todo aderezado de insultos. Mientras la Junta de Seguridad se reúne de nuevo en Manacor en las calientes oficinas y se hacen la foto de rigor, pero en aquella zona se vive un drama de mayúsculas consecuencias.

Da igual que la Fiscalia ha comprobado que allí en invierno no vive nadie y que no es la residencia habitual de los Okupas, da igual las decenas de diligencias de los juzgados, da igual que el alcalde ponga señales, da igual que el doble parking sea ilegal, da igual que existan negocios ilegales en zonas protegidas y que se agreda al medio ambiente, da igual la sobreocupación y los peligros en la carretera, da igual, cada año pasa la temporada y las denuncias son parte del entretenimiento.

En Cala Varques el día que ocurra una desgracia entonces todos correrán Fiscalía, Ayuntamiento, Consell, Demarcación de Costas, Juzgados, Govern, Seprona, dirán que estaba preparado, que era inminente, que los trámites estaban listos.

Mientras una empresa con caras amables y que se autoproclaman los cuidadores de Cala Varques (así se lo han dicho a la jueza en sede oficial) tienen varios negocios en marcha, no pagan sanciones, amenazan a la población, marcan la ley de ocupación, acampadas, oferta y demanda. Montan naves para el género y sus casa provisional mientras dura la temporada, todo en un ANEI. La Junta de Seguridad de ha reunido de nuevo, protocolo.