Primera gran papeleta para el nuevo alcalde de Manacor Miquel Oliver, el juzgado está notificando a los propietarios de los estacionamientos del Parking del Principal de Manacor, que deben abandonar el inmueble de las tres plantas superiores, que afectan a un centenar largo de vehículos y no pueden volver a entrar hasta terminadas las obras. Las plantas subterráneas y la primera planta piso no están afectadas. 

Los estacionados en la terraza azotea y parte de las 5ª y sexta planta, no tendrán parking nunca más por la demolición y cumplir la sentencia del TSJIB. El Ayuntamiento de Manacor además de pagar estas obras se enfrenta a las futuras indemnizaciones por daños y perjuicios de quienes ocupan las zonas derribadas. Fue la Sala quién dio la licencia y contra el Ayuntamiento se puso el pleito por irregularidades en el permiso de obras.

Además Oliver tendrá que cumplir el acuerdo de la alcaldesa anterior (hoy en funciones hasta mañana sábado 15) con los dueños de los estacionamientos y darles plazas en los parking públicos mientras se hacen las obras. Las diferentes normativas urbanísticas desde la primera licencia hasta la última creó el problema y luego nadie atendió a las protestas de la vecina de la pared de al lado que se quedaba sin luz natural en su casa y patio por el aumento del inmueble, la cual enfadada llevó al juzgado al Ayuntamiento por autorizar la licencia, la cual estaba expuesta en la obra.

El TSJIB dictó sentencia en marzo del 2014 (decisión inapelable), e implica que se deberá eliminar la azotea y los aparcamientos del tercer piso, también se deberá quitar una parte del resto de pisos de las plantas superiores y reconfigurar las instalaciones sobre las rampas de acceso. Hay sobre unas 275 plazas a razón de 40 por planta y las más altas y terraza/azotea 30. Los terceros afectados que compraron sus estacionamientos y ahora hay que demoler pedirán daños y perjuicios al Ayuntamiento de Manacor, la Corporación dio la licencia mal según los jueces y al igual que paga las obras de demolición, tendrá que asumir los perjuicios y daños, como los meses que duren las obras sin parking por desalojo al obligarlo el juzgado.

La alcaldesa Catalina Riera dijo: "Estudiamos la posibilidad de ofrecer a los propietarios afectados temporalmente por la demolición, y que puedan utilizar una parte de los aparcamientos públicos de Na Camel·la y de la plaza de Sant Jaume durante el tiempo que se ejecuten las obras". “Queremos reunirnos con los afectados y plantearles cerrar definitivamente este capítulo sin que ninguna de las partes afectadas se sienta perjudicada respecto a la otra". Ahora han llegado las notificaciones para abandonar el parking por obras y en algún lugar deben dejar los coches.

El conflicto nace en 1969 cuando demolido el antiguo Teatro Principal, los propietarios solicitaron al Consistorio una licencia de obras para construir tres plantas de aparcamientos subterráneos y cuatro en superficie, total 7. Diversos problemas económicos obligaron a parar a medio camino. Después en 1980, la Sala aprobó las NNSS que limitaban a dos las alturas del crecimiento de fincas de la calle Amistat, donde se sitúa el parking.

En 1990, el grupo de inversores pidió al Consistorio permiso para finalizar el proyecto redactado veinte años atrás. No hubo impedimentos y los aparcamientos concluyeron. Una vecina afectada por los ruidos y la falta de luz por el crecimiento del inmueble, denunció al Ayuntamiento por la concesión ilegal de la nueva licencia. Y el juzgado dictó sentencia inapelable en 2014. Hay que cumplirlo urgente, llegan las denuncias al alcalde y lo dice el juez.