No hay día que no nos llegue a la redacción alguna incidencia del Tren que lleva a los usuarios y viajeros desde Manacor a Palma, pasando por la diferentes estaciones, apeaderos, Enllaç y otras anécdotas que hacen que cada trayecto sea una aventura donde puede ocurrir de todo. Los desesperados usuarios/as nos narraban ayer sábado 17 la última fechoría de un servicio deficiente y cada vez menos popular por sus muchas incidencias.

Días que el tren va muy lento sin explicarse las razones, viajes donde los usuarios duplican el número de personas que aceptan los vagones y como sardinas soportan la sobreocupación, paradas sin más de hasta viente minutos, problemas en los paneles de comunicación, no se respetan los horarios casi nunca, numerosas averías, falta de personal que atienda las emergencias y problemas en el trayecto.

Ayer una más, los usuarios del Tren de Palma a Manacor soportaron en la estación de Enllaç una parada técnica de casi hora y media, los que iban en el tren se lo tomaron a guasa y había grupos que jugaban al ajedrez, otros recuperaban lecturas pendientes, y algunas/os propusieron juegos de antaño, no se sabía el tiempo de parada ni las razones. Si vas en tren en Mallorca olvídate del tiempo y tus compromisos sociales.

Atrás queda que hay personas que enlazan con bus a otras poblaciones y lugares, que esos 90 minutos los padecen también los familiares y amigos que esperan en las paradas del recorrido, que muchas personas tienen citas que nunca atenderán. Siempre hay un menos mal, porque para Navidad será eléctrico y no habrá que parar en la Estación del Enllaç y se supone que el cambio de energía mejore las comunicaciones. Y eso que se han hecho cargo de la gestión personas que dicen tener muchas sensibilidad en el servicio y apuestan por ampliarlo. Menos mal.