El último plenario de la legislatura se aprobó una nueva ordenanza con el fin de tener una gestión del ruido más eficaz y reducir molestias a los vecinos.

El Ayuntamiento de Son Servera tendrá una nueva ordenanza municipal de ruidos y vibraciones tras su aprobación en el último plenario.

Esta nueva ordenanza, que ha sido consensuada con el municipio vecino de Sant Llorenç des Cardassar a través del Consorci de Turisme y ya que afecta también a la zona común de la costa, tiene como principal novedad la definición de rangos límite de ruido que pueden darse en cada zona concreta además de establecer los requisitos para nuevas actividades comerciales, industriales, etc. a quién se exigirá un estudio acústico que garanticen un aislamiento mínimo en función del tipo de actividad y que cumplan con los niveles de contaminación acústica.

Esto supone pues una reducción significativa de las molestias que la emisión de ruidos y vibraciones producen a los vecinos a la vez que mejorar la calidad ambiental del pueblo.

La nueva herramienta que se incorpora, permite la gestión municipal total del ruido ya sea tráfico, actividades vecinales o comerciales, y deja los mecanismos necesarios a punto para poder hacer un mapa de ruido en caso de que la población crezca.

Además, esta nueva normativa establece horarios para obras, para recogida de residuos, una regulación de actividades de carga y descarga, controles y posibles paralizaciones en caso de incumplimiento.

«En Son Servera convivimos turistas, residentes y trabajadores y merece la pena tener una buena regulación del ruido para a la vez tener una buena convivencia y mejorar la calidad de vida del municipio, una norma que permita un equilibrio real entre ocio y descanso»; ha valorado la regidora de Turismo, Marga Vives.